jueves, 12 de septiembre de 2013

Policías, comunistas y represión de estado: La Liga Comunista de 23 de Septiembre en Sonora



Este es una corta investigación que se realizado para la clase de Metodología de la Investigación Social, realizado el 17 de Abril de 2013.
Lo subo para aquellas personas que tengan curiosidad de la actividad guerrillera de la Liga Comunista 23 de Septiembre a nivel regional
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Desde mediados de los años 60’s hasta entrada la última década de los 80’s en México se vivió una lucha sangrienta entre el estado mexicano y fuerzas socialistas insurgentes.. Entre las víctimas de esta guerra de baja intensidad no solo se encontraba los sublevados, sino sus amigos, familiares y conocidos, así como a cualquiera que se creyera pertenecía a algún grupo político o social opositor al partido oficial, el Partido Revolucionario Institucional. El campo de batalla fue la nación y el estado de Sonora no fue la excepción. Actos de represión e intimidación, así como desapariciones y asesinatos eran algo de todos los días. La masacre de San Ignacio Río Muerto (con un saldo de siete activistas agrarios asesinados), por ejemplo, es uno de los pocos actos represivos que es conocido por la población en general.[1] Sonora también fue el campo de acción de uno de los pocos grupos que llego a ser considerado como una verdadera amenaza para el estado: La Liga Comunista 23 de Septiembre (de aquí en adelante LC23). Este articulo trata de dar un acercamiento de la actuación de este grupo en el estado de Sonora.
Adela Cedillo nos dice en su libro El fuego y el silencio, historia de la FPL:
A diferencia de los movimientos protagonizados por obreros, campesinos y profesionistas (maestros, médicos), los estudiantes constituyeron la gran base sobre la que se erigió la disidencia armada de la década de los setentas. Entre 1965 y 1972, los más importantes acaecieron en los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Puebla, tabasco y el DF. La estructura de estos conflictos es similar en más de un sentido. [2]
El exigir demandas relativamente moderadas (democratización del partido oficial, participación estudiantil en la toma de decisiones de la universidad de sonora) y recibir a cambio violencia y represión el estudiantado se vio desilusionarse con el sistema político unipartidista. Si a esto se le suma la gran influencia que tenían las ideologías marxistas, y las recientes revoluciones socialistas que triunfaban alrededor del mundo se pueden entender con facilidad que un sector “vanguardista”, como lo es el estudiantado universitario, se radicalizara.[3] Para la LC23 las universidades públicas eran el principal centro de reclutamiento de militantes. Se infiltraban en el estudiantado, y reclutaban a los “más vivos” o a los que consideraban más avanzados intelectualmente.[4]
Entre el 5 y 15 de marzo de 1973 se forma la LC23, a partir de la fusión de varios grupos disidentes del país. El buró político de esta decide impulsar focos guerrilleros en algunas de los principales centros urbanos del país, pero también decide impulsar focos guerrilleros en tres zonas distintas del país. Uno en Guerrero, otro en Oaxaca y el tercero en la confluencia de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango, denominado el "Cuadrilátero de Oro”.[5] Entre las tareas de dichos focos estaban el reclutamiento de nuevos militantes, la educación y propagación del pensamiento socialista y la “expropiación del capital burgués”. Esta última tarea consistía en el asalto a bancos y negocios, así como el secuestro de empresarios y comerciantes. El secuestro del comerciante José Hermenegildo Sáenz Cano, residente de la población de San Bernardo, fue uno de los casos de “expropiación” más sonados durante la década de los 70’s en Sonora.
            La policía, tanto federal, estatal y municipal, en coordinación con la Dirección Federal de Seguridad (DFS), trabajaron arduamente en tareas de contrainteligencia e infiltración de grupos opositores. Esto llevo a la detención, tortura y desaparición de decenas de “militantes” de la LC23. No se sabe con exactitud si en realidad estas víctimas pertenecían al grupo guerrillero, pero tanto los policías como los medios impresos así los denominaban.[6] Un ejemplo controversial es el del asesinato de José Shepperd Vega, joven que fue vinculado con la LC23 y al que se le acuso del asesinato de un policía. A pesar de no existir evidencia concreta de su militancia, así fue manejado en los periódicos de mayor circulación. Este caso es interesante de analizar, independientemente de si fue o no militante el joven, por la manera en la que la represión sistemática fue justificada simplemente como un acto “patriótico” en contra del comunismo internacional.
Para abril de 1974, después de varios conflictos dentro de la misma LC23, se decide disolver la brigada rural del "Cuadrilátero de Oro”, y el grupo guerrillero se aleja de Sonora. Sin embargo, esto no significo una disminución de la violencia, esto fue solo el principio.


[1] Rubén Duarte Rodríguez, Días de Fuego, pg. 99. Hermosillo, Editorial Germinal, 2003.
[2] Adela Cedillo, El fuego y el silencio, historia de la FPL, pg. 115. México, Comité 68 Pro Libertades Democráticas A.C., 2008
[3] IBIDEM
[4] Ignacio Lagarda Lagarda, El Color de las Amapas, crónica de la guerrilla en la sierra de Sonora. Hermosillo, Liceo Tecnológico de Sonora, 2007
[5] IBIDEM
[6] Rubén Duarte Rodríguez, Días de Fuego, pg. 99. Hermosillo, Editorial Germinal, 2003.