domingo, 10 de junio de 2012

La Matanza del Jueves de Corpus


Como parte de “la apertura democrática” del presidente Luis Echeverría (secretario de Gobernación durante el mandato de Díaz Ordaz), se liberaron a presos políticos, se incorporaron líderes estudiantiles al congreso y mostro apoyo a Cuba y al Chile de Allende. El presidente aseguraba que él no era como su antecesor y ante todo debía imperar la libertad de expresión. Esto resonó en el movimiento estudiantil, el cual no se había organizado ni movilizado en masa desde aquella trágica noche del dos de Octubre de 1968. Estos jovenes vieron su oportunidad de movilizarse y así, en solidaridad a los estudiantes que luchaban en la Universidad Autónoma de Nuevo León, se decidió realizar una manifestación en masa, comparable con aquellas del preciado 68.

La marcha comenzaría en el Casco de Santo Tomás y recorrería las avenidas Carpio y de los Maestros para salir a la Calzada México-Tacuba para finalmente dirigirse al Zócalo capitalino. Las calles que desembocan a la Avenida de los Maestros estaban bloqueadas por granaderos y agentes policiacos, los cuales impidieron el paso de los estudiantes. Asimismo, también había tanquetas antimotines a lo largo de Melchor Ocampo junto con transportes del ejército, los cuales se ubicaban cerca del colegio militar y transportes de granaderos en un enorme contingente policíaco en el cruce de las avenidas Melchor Ocampo y San Cosme. El estudiantado, aun con estos contingentes policíacos, esperaban que el señor presidente cumpliera su palabra, y permitiera el desarrollo pacifico de la manifestación. No fue así.




Cuando la marcha se encontraba en un costado de la Escuela Normal Superior, en la Calzada México-Tacuba, fueron interceptados por un grupo paramilitar, los Halcones. Este grupo fue protegido y armado por la policía y los granaderos. Con palos y pistolas agredieron a los estudiantes que se manifestaban. Aunque la cifra oficial es de quince muertos y ochenta y cinco heridos, testigos aseguran que el número de muertos fue mucho mayor, comparable en número a los asesinados el dos de octubre de 1968. Este grupo paramilitar, entrenado por la CIA norteamericana, no se tocó el corazón y no se limitó a atacar a los estudiantes en la calle, sino que buscaron a los heridos en hospitales, y se los llevaron con ellos. Así, una manifestación pacífica, y el intento de aparentar una “apertura democrática” quedó enterrado debajo de la que es considerada la segunda peor matanza política en la historia de México. 




Así empieza uno de los periodos más trágicos de la historia política de nuestro país: La Guerra Sucia. Periodo que abarca principalmente de los 70’s a finales de los 80’s. Durante este periodo, el uso de grupos paramilitares, la desaparición de disidentes políticos y el asesinato de líderes de oposición se volvieron acontecimientos cotidianos. Echeverría fue exonerado de cualquier cargo de genocidio, y ninguna persona u organización fue perseguida por esta atrocidad, a pesar de la cantidad de evidencia que ligan al jefe de estado, junto con las más altas esferas políticas del país. La historia de México bajo el Partido Revolucionario Institucional  es una historia de muerte e impunidad. El que crea que el PRI es un partido de oposición, simplemente no ha leído lo suficiente.


 

Bibliografía

Halcones, Terrorismo de Estado. Dirigido por Carlos Mendoza. Por Canal 6 de Julio. 2007.
«Jueves de Corpus .» En México Armado, de Laura Castellanos, 178-180. México, D.F.: Era, 2011.
«Antes y después de 1968.» En La Violencia de Estado en México: Antes y después de 1968, de Carlos Montemayor, 119-137. México, D.F.: Debate, 2010.
«Jueves de Corpus: Reprimir al pueblo con el pueblo.» En 1968: Largo camino a la Democracia, de Gilberto Guevara Niebla, 38-39. México, D.F.: Cal y Arena, 2008.
Rius. «Capitulo 3: Gracias amado PRI por los Presidentes que nos has dado...» En ¡Santo PRI, Líbranos del PAN!, de Eduardo del Río, 57. México, D.F.: Grijalbo, 2011.